El domingo pasado recogí en Logroño a dos chavales que habían formado parte de la concentración que la Federación Española de Pelota había organizado en categorías infantil y cadete. Dada la cercanía de Vitoria y la coincidencia con la disputa de la final del Torneo de Mano profesional de la Virgen Blanca, consideré que sería bonito colofón a esa semana intensa de pelota para ellos poder presenciar un partido de esta categoría en las magníficas instalaciones de Mendizorroza.
Llegamos con suficiente antelación como para poder repasar las instalaciones, una parte en obras, pero aún así se pudieron hacer una idea del Olave, el trinkete Maitena...
Los dos pequeños pelotaris disfrutaron de lo lindo y no perdieron detalle de todo lo que vieron esa tarde. Yo me estaba viendo en ellos cuando años atrás mi padre me llevó al desaparecido Frontón Madrid o la primera vez que fui al Deportivo, visitas que siempre se me quedaron grabadas.
Después de esto me pregunto ¿no habré hecho a estos chavales unos deportistas desgraciados? ¿Por qué no les meto en el cuerpo la afición a otros deportes más agradecidos? ¿Quién me manda involucrarles en un deporte con tan pocos apoyos?
PD: Al parecer, la pelota se ve poco en televisión pero yo revisaría las audiencias. Ese día me enfocaron por ETB SAT y me llamaron amigos de Navarra, Madrid, Segovia, Ávila, Valladolid...
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